Hola, soy Raquel!
Y durante muchos años me sentí rota, pequeñita, dañada…
La sociedad me impuso sus “pasos lógicos” que debía seguir para conseguir una supuesta “estabilidad y felicidad”, y yo me lo creí.
Me dejé llevar por el miedo, las expectativas externas, por lo que “debía hacer” y por el “qué dirán” para encajar.
Tantos años intentando demostrar que valía y que merecía, sintiendo culpa y vergüenza cuando no conseguía lo que me proponía…
Hasta que a los 33 años me di cuenta de que no era feliz.
Me sentía triste y vacía. Vivía en ansiedad constante por el dinero, trabajando en algo que no me gustaba, siempre estresada por conseguir más clientes y frustrada.
Me relacionaba con parejas tóxicas desde la carencia y la necesidad de ser vista, y no me amaba ni tomaba verdadera responsabilidad de mi vida.
Hasta que, en marzo de 2024, mi empresa quebró y volví a casa de mis padres.
Fue un golpe muy duro, pero en ese proceso descubrí que
la verdadera responsabilidad no era hacer lo que otros me dijeron que tenía que hacer,
sino aprender a escucharme de verdad y amarme.
Tener el coraje de elegir diferente: elegir mi amor propio, mi merecimiento y lo que mi corazón anhelaba de verdad,
aunque fuera en contra de la lógica del mundo.
Para eso, tuve que atravesar muchas incomodidades:
dejar la seguridad de un trabajo y de una vida conocidas, exponerme a la crítica y a la desaprobación de otros, al juicio y al rechazo social, y lanzarme a lo desconocido para encontrarme de verdad.
Y así me fui a Bali 7 meses.
Allí me di el tiempo para conocerme y amarme de verdad, soltar la culpa y la vergüenza, y darme el amor y la sanación que tanto necesitaba.
Para descubrir que la libertad y el amor que tanto buscaba siempre estuvieron dentro de mí.
Hoy te guío a hacer lo mismo: a elegir tu amor propio y tu merecimiento. A volver a ti. Con amor y con cariño.
Porque, ¿sabes qué?
Yo no me conocía.
No sabía ni quién era, ni qué quería, ni cómo quería vivir.
Y eso dolía mucho.
Lo tapé con alcohol, distracciones y mucho, mucho sacrificio y “trabajo duro”.
Pero dije basta. Dije no a esa mentira.
Y sabes qué…
me ha ido muy bien.
Hoy la felicidad y la plenitud que siento me llenan tanto que ni sé cómo describírtelo.
Ya no vivo en constante estrés ni miedo.
Ya no acallo mis sueños por miedo a fallar.
Ya no me niego mi amor propio ni la vida que merezco.
Ya no elijo en pequeñito por no molestar o incomodar.
Ya no elijo parejas ni vínculos que no me ven.
La gente a mi alrededor me respeta y me ama; me dedico a algo que amo (porque me permití el espacio para descubrirlo); tengo amigas maravillosas que me elevan; y vivo la vida como quiero,
recibiendo todos los regalos que tiene para mí, y cada vez más abundancia y más bendiciones llegan a mi vida porque LO MEREZCO.
¿Y todo esto por qué?
Porque me elegí.
Elegí mi amor propio, mi grandeza y mi merecimiento.
Si sientes que has estado viviendo la vida que otros te impusieron, que te has acallado a ti y a tus sueños,
si te sientes perdido porque sabes que hay algo más para ti y quieres ELEGIR DIFERENTE,
si quieres, por fin,
elegirte de verdad
y crear una vida hermosa, llena de amor, abundancia y plenitud… entonces, bienvenido: estás en el lugar correcto. ❤️
Aquí te ofrezco mi mano sincera, mi dedicación y mi experiencia en el camino que yo misma he recorrido
hasta sentir esa paz emocional y ese amor propio que me han permitido crear
la vida de mis sueños.
Después de 33 años de sentirme perdida, pequeñita y limitada…
Aquí nos responsabilizamos de verdad:
escuchándonos y tomando decisiones valientes, gusten o no a los demás.
Porque la verdadera responsabilidad es esta:
amarte, darte el espacio para escucharte, entenderte y sanarte, para crear tu mejor vida desde la paz emocional y el amor propio.
Y con la libertad emocional
viene el fuego interno, la certeza y la confianza de que
puedes y vas a crear
todo aquello que te propongas para vivir
una vida emocionante, como tú la quieres.
Porque viniste a disfrutar de la vida y a ser tú: libre, auténtico y feliz.
Vamos juntos, te acompaño.
Con amor, Raquel